Búsqueda de autonomía

La invasión de Napoleón a España descontroló el poder monárquico español. La abdicación del rey Fernando VII dejó abierto el debate de quién gobernaba en su ausencia. La teoría política aceptada en aquella época señalaba que a falta del rey la soberanía recaía en el pueblo o en sus representantes de las juntas de gobierno. En España se originó la resistencia contra las tropas invasoras y contra el rey francés impuesto. Además se buscó crear un nuevo pacto con el rey, en la que se reconocieran los derechos de los súbditos, ahora también ciudadanos. La salida constitucionalista resulto necesaria y las Cortes se reunieron en Cádiz, un bastión español asediado por las tropas francesas.

$En América, el interés por reafirmar el derecho de los americanos a ser parte del reino en iguales condiciones produjo nuevas fracturas. Las Juntas de Gobierno se proclamaron en muchas ciudades aún con la negativa de los funcionarios coloniales y del clero. Estos últimos pretendieron que el poder siguiera en manos de virreyes y gobernadores. La propuesta autonomista señaló la necesidad de formar juntas de gobierno independientes de la Junta Suprema en España y del Consejo de Regencia. El conflicto pronto estalló y se desataron enfrentamientos que se convirtieron en diversas guerras. De esta manera del interés autónomo se fue transitando hacia el independiente.$

No así en Centroamérica, donde se mantuvo la fidelidad a los españoles. Los intentos de formación de juntas fueron reprimidos en San Salvador (1811-12 y 1814) con repercusiones en Santiago Nonualco, Usulután, Chalatenango, Santa Ana, Tejutla y Cojutepeque. También hubo movimientos en Nicaragua con repercusiones en León, Granada, Masaya, Monimbó, Diriega y Rivas (1811-12). Con menor consecuencia hubo intentos en Tegucigalpa, Honduras (1812) y otro abortado tempranamente en la ciudad de Guatemala (1813).