De invasiones y conquistas

Tras dos décadas de presencia caribeña, la expansión española se dirigió gradualmente al territorio continental. Los españoles se montaron en la experiencia conquistadora mesoamericana y se aliaron a pueblos que rivalizaban entre ellos. Estos aliados aportaron objetivos estratégicos, masividad de hombres en armas, lógica de guerra y de alianzas, conocimiento del terreno y logística. Los españoles desvaloraron ese aporte y se justificaron como un grupo superior, resaltando su lógica de guerra, sostenida en la experiencia militar anti-musulmana y en tácticas de combate ligadas a un desarrollo tecnológico más avanzado.

De la corriente de invasores concentrada en el territorio mexicano partió la que penetra lo que hoy conocemos como Guatemala, a ella convergieron otras corrientes que actuaron en el istmo centroamericano. Estas incursiones penetraron rápidamente el territorio pero continuaron afianzando su posición durante dos décadas más hasta obtener el predominio estratégico sobre personas y territorios. El capitán español Pedro de Alvarado penetró el territorio guatemalteco exigiendo el cumplimiento de la promesa de subordinación a la corona española, que los k’iche’ y kaqchikel habían prometido a Hernán Cortés. Mientras los kaqchikel se les aliaron, los k’íche’ se prepararon para combatirlos.

En varios movimientos los españoles fueron derrotando a diversos pueblos, con el objetivo de romper el equilibrio sostenido entre los k’iche’, kaqchikel, tz’utujil y pipil en el área centro-occidental de la región. Más tarde lo hará con otros, en especial con aquellos ubicados en lo que hoy es El Salvador, así como contra los kaqchikel cuando estos se rebelaron frente a los abusos de Alvarado y resistieron varios años. Las avanzadas de Alvarado fueron apoyadas por sus hermanos y otros afines, mientras este se dirigía a otras regiones del continente o a España. Hacia finales de la década de 1530 el predominio español era evidente, pero las acciones siguieron en el norte del territorio, donde unos pueblos llegaron a resistir un siglo más.