El experimento liberal

Regresar

La construcciÃ³n de un nuevo orden econÃ³mico El experimento liberal: orden y progreso

ConstrucciÃ³n de ferrocarril El aumento del comercio mundial vino unido a grandes transformaciones en la industria y el transporte. El ferrocarril se convirtiÃ³ en el gran sÃmbolo del progreso. En los aÃ±os anteriores la exportaciÃ³n del cafÃ© se habÃa visto incrementada con su transporte de ocÃ©ano a ocÃ©ano en Nicaragua y luego PanamÃ¡. En 1869 Estados Unidos uniÃ³ sus dos costas por medio del ferrocarril. El gobierno del general Justo Rufino Barrios y sus sucesores promovieron concesiones para construir tramos ferrocarrileros. Al mismo tiempo concedieron grandes extensiones de tierra a las compaÃ±Ãas constructoras. Algunas de esas tierras servirÃan para la posterior producciÃ³n bananera. En 1877 se firmÃ³ el un contrato ferrocarrilero que unirÃa el puerto San JosÃ© con Escuintla. Unos aÃ±os mÃ¡s tarde se construyÃ³ el tramo Guatemala-Escuintla, inaugurÃ¡ndose en 1884. Pocos aÃ±os despuÃ©s serÃa el tramo de Retalhuleu-Champerico.

A finales del siglo XIX, los contratos para construir el ferrocarril al AtlÃ¡ntico estuvieron acompaÃ±ados de concesiones de grandes extensiones de tierras en el Valle del Motagua. Estas tierras se destinarÃan a la producciÃ³n bananera a principios del siglo XX. La compaÃ±Ãa norteamericana International Railways of Central America (IRCA) construyÃ³ el tramo Guatemala-Puerto Barrios y terminÃ³ por controlar la vÃa fÃ©rrea de todo el paÃs y ademÃ¡s Puerto Barrios. Junto con la construcciÃ³n de ferrocarriles arribÃ³ al paÃs mano de obra extranjera, con nacionalidades muy diversas. Muchos vinieron desde PanamÃ¡ tras finalizar la construcciÃ³n del canal y otros desde Estados Unidos y las islas caribeÃ±as, algunos mÃ¡s desde Europa y Asia. En 1920, la UniÃ³n ferrocarrilera pidiÃ³ su reconocimiento como sindicato, pero le fue negado por el gobierno.

ProducciÃ³n Bananera

Justo Rufino Barrios

Progreso AcciÃ³n de ir hacia delante y perfeccionarse para alcanzar el bienestar y la felicidad. Al apoyarse en la idea que de que todo estÃ¡ en movimiento, Ã©ste Ãºltimo tiene significado sÃ³lo cuando existe una direcciÃ³n y una meta propuesta. Esta se alcanzarÃ¡ cuando se logran superan los obstÃ¡culos y se asciende gradual e ilimitadamente. Junto con este proceso se van desarrollando aptitudes, capacidades intelectuales y morales, asÃ como las condiciones materiales de existencia. En el mundo moderno esta meta se vinculÃ³ a alcanzar el bienestar de la sociedad a travÃ©s de los adelantos cientÃficos-tecnolÃ³gicos que acrecentaran el desarrollo industrial y comercial capitalista.

La producciÃ³n bananera En 1901 el gobierno de Manuel Estrada Cabrera firmÃ³ contrato con la United Fruit Company (UFCO) cediÃ©ndole el derecho de la compra de banano de los productores locales. MÃ¡s tarde, las tierras que habÃan sido concedidas a los constructores ferrocarrileros fueron compradas por esa compaÃ±Ãa que las dedicÃ³ a cultivar banano. Posteriormente a esa compaÃ±Ãa se le concedieron en arrendamiento nuevas tierras y se les solicitÃ³ el pago de un centavo por cada racimo exportado. Contratos posteriores aumentaron un poco la renta y el impuesto de exportaciÃ³n. Hacia 1930 la UFCO obtuvo tierras en la Costa Sur. DespuÃ©s del cafÃ©, el banano llegarÃa a ser el segundo producto exportable mÃ¡s importante del paÃs. Al mismo tiempo, la UFCO desarrollÃ³ una compaÃ±Ãa naviera que le permitiÃ³ monopolizar el transporte de mercancÃas al exterior, a su vez era la principal accionista de la IRCA y controlaba el servicio de telÃ©grafos inalÃ¡mbricos. Al igual que los ferrocarriles, la compaÃ±Ãa importÃ³ trabajadores extranjeros, sobre todo de las islas caribeÃ±as. TambiÃ©n vinieron trabajadores de Asia, Estados Unidos y Europa, algunos tÃ©cnicos o profesionales y la mayorÃa como trabajadores especializados.

Justo Rufino Barrios AuyÃ³n Militar. Participa en la rebeliÃ³n de Serapio Cruzen 1865.En 1869 junto con Miguel GarcÃa GranadosinvadiÃ³ Guatemala y dos aÃ±os despuÃ©s derrotÃ³ al gobierno conservador. Fue presidente de la repÃºblica de 1873 a 1885 cuando muriÃ³ en una batalla contra los salvadoreÃ±os. En la historia liberal es conocido como el â€œReformadorâ€.Fue partidario de la uniÃ³n centroamericana, la cual quiso realizar por la fuerza.

Las leyes agrarias sobre todo afectaron a la propiedad comunal de las tierras indÃgenas. Desde la Independencia los principales mecanismos utilizados habÃan sido los de darle mÃ¡s poder al sistema municipal. Esas leyes buscaron disminuir el papel de las autoridades tradicionales indÃgenas y fortalecieron la presencia de los ladinos y de sus aliados indÃgenas en esas instituciones. A travÃ©s de este control se hizo mÃ¡s fÃ¡cil durante la Ã©poca conservadora obligar a las comunidades a arrendar esas tierras. En la Ã©poca liberal se incrementÃ³ la venta, primero, los ejidos y luego de tierras comunales, las que fueron fragmentadas y convertidas en propiedad privada. Este proceso repercutiÃ³ en un mayor empobrecimiento de las comunidades indÃgenas. Mientras tanto, las leyes de trabajo se dirigieron a legalizar un sistema de trabajo forzado, de orÃgenes coloniales. (Reglamento de Jornaleros de 1877 y Ley de Trabajadores de 1894). Diversas modalidades de control se desarrollaron. Primero, los jefes polÃticos y sus subordinados se encargaban de distribuir mano de obra de los pueblos a los finqueros que la solicitaban, asÃ como de perseguir a los jornaleros que huÃan del trabajo forzado. Posteriormente, frente a las crÃticas recibidas, las autoridades se fueron desatendiendo de la distribuciÃ³n de peones, no asÃ de su control y persecuciÃ³n. La distribuciÃ³n pasÃ³ a ser encargo de los â€œhabilitadoresâ€ (contratistas) que adelantaban dinero o lograban el compromiso de una comunidad para que sus pobladores trabajaran en ciertas fincas como jornaleros o peones. Estos trabajos se hacÃan especialmente en Ã©poca de cosecha. El resto del aÃ±o los trabajadores tenÃan que vivir de sus propias tierras, generalmente como autoconsumidores, lejanos de los circuitos comerciales. En las fincas, los abusos en el pago de los salarios, en el reconocimiento de las tareas, en los castigos y en el control de las compras de los productos bÃ¡sicos llevaron a un proceso de creciente y masivo endeudamiento de los trabajadores, los cuales al quedar endeudados se veÃan obligados a servir el siguiente aÃ±o en esa misma finca. Y asÃ todos los aÃ±os el endeudamiento fijaba a esos trabajadores a las fincas. En 1934, tras un largo debate, el gobierno prohibiÃ³ el endeudamiento de los jornaleros. DespuÃ©s de la RevoluciÃ³n del 20 de octubre, en 1945, se prohibiÃ³ el trabajo forzado, pero el sistema de habilitaciÃ³n siguiÃ³ funcionando en las siguientes dÃ©cadas. Otra modalidad de trabajo forzado se realizÃ³ a travÃ©s de la Ley contra la Vagancia (1878 y 1934) y la Ley de Vialidad (1874, 1933 y 1935). La primera obligaba a muchas personas sin propiedad u oficio, indÃgenas o ladinos, declarado a trabajar en las fincas o en la construcciÃ³n de caminos. La segunda obligaba a todas las personas indÃgenas o ladinos a pagar un impuesto para la construcciÃ³n de caminos. Aquel que no tenÃa el dinero era obligado a trabajar en su construcciÃ³n o a pagar una cantidad para librarse de ello.

Propiedad comunal

Propiedad privada

jornaleros o peones

RevoluciÃ³n 20 de octubre

Propiedad comunal Es una forma de propiedad colectiva de los miembros de una comunidad. En Guatemala se desarrollÃ³ como la compra de tierras para aÃ±adirla como propiedad comunal en los pueblos indÃgenas. Estas las utilizaban para alimentarse, lograr excedentes para venderlos en el mercado y enfrentar las exigencias tributarias asÃ como otras exacciones del gobierno colonial espaÃ±ol y dela Iglesia. TambiÃ©n se refieren a la propiedad de las cofradÃas, instituciÃ³n de carÃ¡cter ritual religioso pero basada en la propiedad comunal de tierras y animales.

Propiedad privada Se basa en el derecho de las personas o empresas de poseer bienes (tierra, capital, cosas y otras propiedades). Asimismo puede disponer de ellos cuando lo desee. El capitalismo estableciÃ³ a Ã©sta como la principal forma de posesiÃ³n.

Independencia Proceso que se iniciÃ³ hacia 1808 tras la invasiÃ³n napoleÃ³nica a EspaÃ±a. Varias provincias americanas buscaron obtener mayor autonomÃa a la falta del rey Fernando VII, quien habÃa abdicado para ceder el trono al francÃ©s JosÃ© Bonaparte. De la rebeliÃ³n por autonomÃa pronto comenzÃ³ a decantarse por una idea mÃ¡s radical: la total independencia de AmÃ©rica. En la mayorÃa de paÃses americanos hubo guerras para alcanzar el estatuto independiente. En CentroamÃ©rica la rebeliÃ³n no llegÃ³ a darse a travÃ©s de la guerra, sino se aprovechÃ³ la coyuntura crÃtica en todo el continente y los triunfos de la corriente independentista mexicana para asumirla.

RevoluciÃ³n del 20 de octubre de 1944 El general Jorge Ubico tenÃa 14 en el poder y durante esos aÃ±os habÃa gobernado despÃ³ticamente al concentrar el poder en la presidencia y prohibir toda manifestaciÃ³n de protesta o de crÃtica a su gobierno. AdemÃ¡s de haber mantenido un fÃ©rreo control de los opositores, reforzÃ³ el sistema de trabajo forzado con la Ley de Vialidad y la Ley contra la Vagancia (1934) con la que obligÃ³ a miles de campesinos indÃgenas y ladinos al mantenimiento o la construcciÃ³n de caminos y puentes. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial el en el mundo se creÃ³ un ambiente favorable a la democracia como principal sistema de gobierno. En ese contexto fue renovÃ¡ndose la oposiciÃ³n. En mayo de 1944 los maestros protestaron por la obligaciÃ³n de participar en el desfile militar. Posteriormente se unirÃan a las protestas los estudiantes. El gobierno reprimiÃ³ las protestas y la poblaciÃ³n capitalina reaccionÃ³ con mÃ¡s manifestaciones, que fueron reprimidas. Esto motivÃ³ la solicitud de renuncia del presidente por parte de 311 empresarios y profesionales. Ubico renunciÃ³ en julio y fue nombrado presidente interino el general Federico Ponce Vaides. Este quiso presentarse como candidato a las elecciones que el mismo convocÃ³ y la campaÃ±a electoral fue cada vez mÃ¡s violenta. Un grupo de oficiales del ejÃ©rcito y de civiles se levantaron en armas el 20 de octubre y derrocaron a Ponce Vaides. De esta forma terminaba el predominio de los liberales iniciado en 1871.

Manuel Estrada Cabrera habÃa llegado al poder en 1898 y se reeligiÃ³ tres veces sin que hubiera opositores. Su gobierno se apoyÃ³ en un sistema de vigilancia y denuncias que sembraba el temor entre la poblaciÃ³n y anulÃ³ a la oposiciÃ³n polÃtica. AdemÃ¡s distribuyÃ³ muchas tierras a ladinos y a extranjeros, asÃ como otorgÃ³ concesiones lesivas al paÃs a las grandes compaÃ±Ãas extranjeras que dominaban el ferrocarril, la producciÃ³n bananera y la generaciÃ³n de energÃa elÃ©ctrica. En 1917 varios terremotos destruyeron la capital y al aÃ±o siguiente se produjeron epidemias de influenza y de fiebre amarilla con mucha mortandad. Mientras tanto el gobierno fue incapaz de enfrentar la situaciÃ³n. En ese contexto el arzobispo de Guatemala, JosÃ© PiÃ±ol y Batres alentÃ³ a la oposiciÃ³n, que pronto se unificarÃa en el llamado Partido Unionista, con la excusa de fomentar la uniÃ³n centroamericana. En marzo y abril de 1920 la oposiciÃ³n incrementÃ³ su protesta. Miembros de las clases altas, medias y obreros se enfrentaron militarmente a las tropas gubernamentales y derrocaron a Estrada Cabrera.

ProducciÃ³n bananera

El aumento del comercio mundial vino unido a grandes transformaciones en la industria y el transporte. El ferrocarril se convirtiÃ³ en el gran sÃmbolo del progreso. En los aÃ±os anteriores la exportaciÃ³n del cafÃ© se habÃa visto incrementada con su transporte de ocÃ©ano a ocÃ©ano en Nicaragua y luego PanamÃ¡. En 1869 Estados Unidos uniÃ³ sus dos costas por medio del ferrocarril. El gobierno del general Justo Rufino Barrios y sus sucesores promovieron concesiones para construir tramos ferrocarrileros. Al mismo tiempo concedieron grandes extensiones de tierra a las compaÃ±Ãas constructoras. Algunas de esas tierras servirÃan para la posterior producciÃ³n bananera. En 1877 se firmÃ³ el un contrato ferrocarrilero que unirÃa el puerto San JosÃ© con Escuintla. Unos aÃ±os mÃ¡s tarde se construyÃ³ el tramo Guatemala-Escuintla, inaugurÃ¡ndose en 1884. Pocos aÃ±os despuÃ©s serÃa el tramo de Retalhuleu-Champerico. A finales del siglo XIX, los contratos para construir el ferrocarril al AtlÃ¡ntico estuvieron acompaÃ±ados de concesiones de grandes extensiones de tierras en el Valle del Motagua. Estas tierras se destinarÃan a la producciÃ³n bananera a principios del siglo XX. La compaÃ±Ãa norteamericana International Railways of Central America (IRCA) construyÃ³ el tramo Guatemala-Puerto Barrios y terminÃ³ por controlar la vÃa fÃ©rrea de todo el paÃs y ademÃ¡s Puerto Barrios. Junto con la construcciÃ³n de ferrocarriles arribÃ³ al paÃs mano de obra extranjera, con nacionalidades muy diversas. Muchos vinieron desde PanamÃ¡ tras finalizar la construcciÃ³n del canal y otros desde Estados Unidos y las islas caribeÃ±as, algunos mÃ¡s desde Europa y Asia. En 1920, la UniÃ³n ferrocarrilera pidiÃ³ su reconocimiento como sindicato, pero le fue negado por el gobierno.

La producciÃ³n bananera En 1901 el gobierno de Manuel Estrada Cabrera firmÃ³ contrato con la United Fruit Company (UFCO) cediÃ©ndole el derecho de la compra de banano de los productores locales. MÃ¡s tarde, las tierras que habÃan sido concedidas a los constructores ferrocarrileros fueron compradas por esa compaÃ±Ãa que las dedicÃ³ a cultivar banano. Posteriormente a esa compaÃ±Ãa se le concedieron en arrendamiento nuevas tierras y se les solicitÃ³ el pago de un centavo por cada racimo exportado. Contratos posteriores aumentaron un poco la renta y el impuesto de exportaciÃ³n. Hacia 1930 la UFCO obtuvo tierras en la Costa Sur. DespuÃ©s del cafÃ©, el banano llegarÃa a ser el segundo producto exportable mÃ¡s importante del paÃs. Al mismo tiempo, la UFCO desarrollÃ³ una compaÃ±Ãa naviera que le permitiÃ³ monopolizar el transporte de mercancÃas al exterior, a su vez era la principal accionista de la IRCA y controlaba el servicio de telÃ©grafos inalÃ¡mbricos. Al igual que los ferrocarriles, la compaÃ±Ãa importÃ³ trabajadores extranjeros, sobre todo de las islas caribeÃ±as. TambiÃ©n vinieron trabajadores de Asia, Estados Unidos y Europa, algunos tÃ©cnicos o profesionales y la mayorÃa como trabajadores especializados.

Para esos aÃ±os el cafÃ© se iba convirtiendo en el principal producto de exportaciÃ³n, que permitÃa el enriquecimiento de casas comerciales y de productores de cafÃ©. La concentraciÃ³n de tierras habÃa aumentado considerablemente y mucha poblaciÃ³n mestiza vivÃa de la agricultura, buscando tierra o disputÃ¡ndosela a las comunidades indÃgenas. Buena parte de Ã©sta vio con simpatÃa la causa liberal. En 1865, a la muerte del general Rafael Carrera, la oposiciÃ³n liberal desafiÃ³ al gobierno conservador y seis aÃ±os despuÃ©s, en 1871, las tropas liberales comandadas por los generales Miguel GarcÃa Granados y Justo Rufino Barrios tomaron el poder. Los nuevos gobernantes promovieron muchos cambios institucionales para facilitar recursos a la economÃa de agroexportaciÃ³n y subordinaron a las provincias al poder central ubicado en la ciudad de Guatemala para favorecer la construcciÃ³n de un Estado nacional. Una andanada de medidas ampliarÃa el acceso a la tierra, fortalecerÃa la propiedad, legalizarÃa el trabajo forzado de indÃgenas y mestizos en las fincas, facilitarÃa la inversiÃ³n extranjera y construirÃa una institucionalidad mÃ¡s moderna. La Iglesia CatÃ³lica, las propiedades comunales indÃgenas, las municipalidades y los caudillos regionales fueron sus principales obstÃ¡culos. Todas esas medidas eran vistas como necesarias para alcanzar el progreso. Sin embargo Ã©se proceso no incluyÃ³ cambios hacia la democratizaciÃ³n, que las propias ideas liberales siempre habÃan postulado en contra de los gobiernos tiranos. Una legalidad formal y el apoyo del ejÃ©rcito terminaron por apuntalar la tentaciÃ³n de los gobernantes por perpetuarse en el poder.

EconomÃa de agroexportaciÃ³n

Miguel GarcÃa Granados

Justo Rufino Barrios

Mestizos En el contexto colonial, donde se dio mucha importancia al origen social de las personas, se llamÃ³ de esta forma a las personas nacidas de las distintas mezclas Ã©tnicas (espaÃ±ol, indÃgena, negro). El grupo mestizo de mayor nÃºmero provino de los engendrados de espaÃ±ol e indÃgena y sus variantes. Otro grupo importante fue el de los mulatos, surgidos de los vÃnculos entre espaÃ±oles o indÃgenas y negros.

Modelo agroexportador El perÃodo de 1860 a 1930 se caracterizÃ³ por un auge de la producciÃ³n cafetalera. Este producto fue base para una mayor vinculaciÃ³n del Guatemala con la economÃa mundial y se convirtiÃ³ junto con el banano en los principales productos de exportaciÃ³n. Este Ãºltimo en manos de grandes empresas norteamericanas, mientras el cafÃ© se apoyÃ³ en productores extranjeros y nacionales. Entre los extranjeros, los alemanes en la costa sur y en la regiÃ³n de Alta Verapaz llegaron a convertirse en los mayores productores. Su producciÃ³n fortaleciÃ³ la propiedad de las llamadas fincas de grandes proporciones y acelerÃ³ el despojo delas tierras comunales indÃgenas. TambiÃ©n generalizÃ³ el uso de una mano de obra forzada y mal remunerada, especialmente indÃgena. Al mismo tiempo fomentÃ³ la expansiÃ³n de las carreteras y el desarrollo de los transportes. La crisis de 1929 seÃ±alÃ³ los lÃmites del modelo agroexportador monocultivista, debido a la dependencia de la producciÃ³n de los precios mundiales y a una producciÃ³n poco modernizada. Esta crisis afectÃ³ la importaciÃ³n de productos que se compraban sobre todo con los ingresos cafetaleros. AdemÃ¡s obligÃ³ severamente al gobierno a disminuir costos.

Propiedad comunal Es una forma de propiedad colectiva de los miembros de una comunidad. En Guatemala se desarrollÃ³ como la compra de tierras para aÃ±adirla como propiedad comunal en los pueblos indÃgenas. Estas las utilizaban para alimentarse, lograr excedentes para venderlos en el mercado y enfrentar las exigencias tributarias asÃ como otras exacciones del gobierno colonial espaÃ±ol y dela Iglesia. TambiÃ©n se refieren a la propiedad de las cofradÃas, instituciÃ³n de carÃ¡cter ritual religioso pero basada en la propiedad comunal de tierras y animales.

Progreso AcciÃ³n de ir hacia delante y perfeccionarse para alcanzar el bienestar y la felicidad. Al apoyarse en la idea que de que todo estÃ¡ en movimiento, Ã©ste Ãºltimo tiene significado sÃ³lo cuando existe una direcciÃ³n y una meta propuesta. Esta se alcanzarÃ¡ cuando se logran superan los obstÃ¡culos y se asciende gradual e ilimitadamente. Junto con este proceso se van desarrollando aptitudes, capacidades intelectuales y morales, asÃ como las condiciones materiales de existencia. En el mundo moderno esta meta se vinculÃ³ a alcanzar el bienestar de la sociedad a travÃ©s de los adelantos cientÃficos-tecnolÃ³gicos que acrecentaran el desarrollo industrial y comercial capitalista.

Conservadores Formado por aquellos que favorecÃan las tradiciones, especialmente los valores familiares y religiosos, aunque muchos en realidad eran liberales moderados que no querÃan desarrollar cambios extremos y mantenÃa vigentes algunas bases tradicionales. Estos eran contrarios a los cambios radicales. PromovÃan el proteccionismo de la economÃa frente a las corrientes del libre cambio. MÃ¡s tarde, con el triunfo del sistema industrial capitalista adoptaron las posiciones liberales. El conservadurismo quedÃ³ reducido a una acciÃ³n moderada en la polÃtica.

Rafael Carrera y Turcios Militar. Hombre fuerte desde 1838. AlternÃ³ el poder en ocasiones. En 1844 fue nombrado por primera vez presidente hasta 1848. En 1851 nuevamente es presidente y en 1854 fue nombrado presidente vitalicio, puesto que mantuvo hasta su muerte en 1865.

Justo Rufino Barrios AuyÃ³n Militar. Participa en la rebeliÃ³n de Serapio Cruzen 1865.En 1869 junto con Miguel GarcÃa GranadosinvadiÃ³ Guatemala y dos aÃ±os despuÃ©s derrotÃ³ al gobierno conservador. Fue presidente de la repÃºblica de 1873 a 1885 cuando muriÃ³ en una batalla contra los salvadoreÃ±os. En la historia liberal es conocido como el â€œReformadorâ€.Fue partidario de la uniÃ³n centroamericana, la cual quiso realizar por la fuerza.

Tanqueta del EjÃ©rcito de Guatemala colocada frente al Palacio Nacional sobre la 6a. Calle de la Z.1

RevoluciÃ³n del 20 de octubre de 1944 El general Jorge Ubico tenÃa 14 en el poder y durante esos aÃ±os habÃa gobernado despÃ³ticamente al concentrar el poder en la presidencia y prohibir toda manifestaciÃ³n de protesta o de crÃtica a su gobierno. AdemÃ¡s de haber mantenido un fÃ©rreo control de los opositores, reforzÃ³ el sistema de trabajo forzado con la Ley de Vialidad y la Ley contra la Vagancia (1934) con la que obligÃ³ a miles de campesinos indÃgenas y ladinos al mantenimiento o la construcciÃ³n de caminos y puentes. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial el en el mundo se creÃ³ un ambiente favorable a la democracia como principal sistema de gobierno. En ese contexto fue renovÃ¡ndose la oposiciÃ³n. En mayo de 1944 los maestros protestaron por la obligaciÃ³n de participar en el desfile militar. Posteriormente se unirÃan a las protestas los estudiantes. El gobierno reprimiÃ³ las protestas y la poblaciÃ³n capitalina reaccionÃ³ con mÃ¡s manifestaciones, que fueron reprimidas. Esto motivÃ³ la solicitud de renuncia del presidente por parte de 311 empresarios y profesionales.

DespÃ³ticamente

Segunda Guerra Mundial

Federico Ponce Vaides

Despotismo Forma de gobierno donde el gobernante ejerce su poder sobrepasÃ¡ndose a las leyes y se impone como mandato absoluto, abusando de esa manea de su poder en el trato con las personas que gobierna.

Segunda Guerra Mundial Conflicto armado de proporciones mundiales donde se enfrentaron dos bloques: a) El eje: compuesto por Alemania, Italia y JapÃ³n. Sus gobiernos se apoyaban en la ideologÃa autoritaria como el fascismo y el nazismo. b) Aliados: encabezados por Inglaterra, Estados Unidos y la UniÃ³n SoviÃ©tica. Sus gobiernos impulsaban la idea de la democracia. En total participaron mÃ¡s de setenta paÃses. Los combates fueron aÃ©reos, navales y terrestres. En la guerra murieron unos 60 millones de personas, o sea el 2% de la poblaciÃ³n mundial de la Ã©poca, en su mayorÃa civiles. La guerra durÃ³ desde 1939 y finalizÃ³ en 1945 con las capitulaciones de Alemania y JapÃ³n.

Democracia Es la forma de gobierno y organizaciÃ³n del Estado que se basa en la idea de que las decisiones colectivas son logradas a travÃ©s de mecanismos de participaciÃ³n directa o indirecta para que los representantes obtengan legitimidad. En este tipo de convivencia polÃtica los miembros son considerados libres e iguales. Las representaciones se obtienen por medio de elecciones, donde cada voto vale por igual ademÃ¡s cada quien tiene derecho a participar en la elecciÃ³n o en ser elegido. La mayorÃa determina el resultado y la minorÃa acepta la decisiÃ³n mayoritaria. Existe la propuesta de una democracia social en la cual se plantea establecer relaciones mÃ¡s igualitarias entre sus miembros.

Manuel JosÃ© Estrada Cabrera Licenciado. Ministro de GobernaciÃ³n. Asume la presidencia interina tras el asesinato del presidente JosÃ© MarÃa Reyna Barrios. Gobierna 22 aÃ±os de 1898 a 1920, cuando fue derrocado por una insurrecciÃ³n popular. La novela de Miguel Ãngel Asturiasâ€œEl seÃ±or presidenteâ€ se inspira en el terror provocado por su gobierno.

JosÃ© MarÃa Reyna Barrios

JosÃ© MarÃa Reyna Barrios Militar. Presidente de 1892 hasta 1898 cuando fue asesinado. ParticipÃ³ en la rebeliÃ³n liberal junto con su tÃo Justo Rufino Barrios, de quien fue su ayudante. ParticipÃ³ en las campaÃ±as contra las rebeliones del Oriente y en la guerra contra El Salvador. Vicepresidente de la Asamblea Nacional Legislativa.

Militar. Participa en la rebeliÃ³n de Serapio Cruz en 1865. En 1869 junto con Miguel GarcÃa Granados invadiÃ³ invadiÃ³ Guatemala y dos aÃ±os despuÃ©s derrotÃ³ al gobierno conservador. Fue presidente de la repÃºblica de 1873 a 1885 cuando muriÃ³ en una batalla contra los salvadoreÃ±os. En la historia liberal es conocido como el â€œReformadorâ€.Fue partidario de la uniÃ³n centroamericana, la cual quiso realizar por la fuerza.

Miguel GarcÃa Granados

Serapio Cruz (â€œTata Lapoâ€) Militar, hermano del Vicepresidente Vicente Cruz (1844-1848). Se iniciÃ³ durante la rebeliÃ³n de 1837 junto con Rafael Carrera. En 1847 se aliÃ³ los liberales y se rebelÃ³ contra el gobierno. Poco despuÃ©s fue derrotado por Carrera. En 1849 firmÃ³ la paz. Hacia 1865 se rebelÃ³ contra el gobierno de Vicente Cerna, sucesor de Carrera, aliÃ¡ndose a la rebeliÃ³n liberal. MorirÃ¡ en la batalla de Palencia en 1870.

Sala 1

Sala 3

Con la Independencia se iniciÃ³ la demanda de la democracia. Sin embargo, no pasÃ³ de ser un anhelo para algunos. Los siguientes gobiernos siguieron oscilando entre las medidas de fuerza, los gobiernos efÃmeros, las largas dictaduras, el levantamiento de opositores, las revoluciones triunfantes y las elecciones fraudulentas. Muchos de estos gobiernos eran de militares pero tanto estos como los civiles eran poco tolerantes a las disidencias y consideraban gobernar con mano dura y de forma dictatorial. Cada uno buscÃ³ desterrar o eliminar a sus principales oponentes. La mayorÃa de estos gobernantes fueron elegidos a travÃ©s de elecciones poco claras o fraudulentas y asÃ legalizaban su permanencia en el poder. Entre 1871 y 1944, o sea, en 73 aÃ±os de gobiernos liberales, tres gobernantes: Justo Rufino Barrios, Manuel Estrada Cabrera y Jorge Ubico permanecieron un total de 49 aÃ±os dominando la vida polÃtica del paÃs. En los 24 aÃ±os restantes, lo hicieron 14 presidentes, ya sea, de forma interina, elegidos o arribados por la fuerza. Los que siguieron a Justo Rufino Barrios eran sus familiares o allegados. Solo en el perÃodo entre 1920 y 1930 algunos llegaron al poder por elecciones normales, pero esa situaciÃ³n durÃ³ muy poco y pronto vendrÃa una nueva dictadura, la de Jorge Ubico

Justo Rufino Barrios

Manuel Estrada Cabrera

Democracia Es la forma de gobierno y organizaciÃ³n del Estado que se basa en la idea de que las decisiones colectivas son logradas a travÃ©s de mecanismos de participaciÃ³n directa o indirecta para que los representantes obtengan legitimidad. En este tipo de convivencia polÃtica los miembros son considerados libres e iguales. Las representaciones se obtienen por medio de elecciones, donde

Justo Rufino Barrios AuyÃ³n Militar. Participa en la rebeliÃ³n de Serapio Cruzen 1865.En 1869 junto con Miguel GarcÃa GranadosinvadiÃ³ Guatemala y dos aÃ±os despuÃ©s derrotÃ³ al gobierno conservador. Fue presidente de la repÃºblica de 1873 a 1885 cuando muriÃ³ en una batalla contra los salvadoreÃ±os. En la historia liberal es conocido como el â€œReformadorâ€.Fue partidario de la uniÃ³n centroamericana, la cual quiso realizar por la fuerza.

Manuel JosÃ© Estrada Cabrera Licenciado. Ministro de GobernaciÃ³n. Asume la presidencia interina tras el asesinato del presidente JosÃ© MarÃa Reyna Barrios. Gobierna 22 aÃ±os de 1898 a 1920, cuando fue derrocado por una insurrecciÃ³n popular. La novela de Miguel Ãngel Asturiasâ€œEl seÃ±or presidenteâ€ se inspira en el terror provocado por su gobierno.

Dos dÃas despuÃ©s de la RevoluciÃ³n de Octubre de 1944 y en el marco de protestas se produjo la muerte de un telegrafista del partido liberal a manos de un ladino. La protesta fue creciendo y muchos indÃgenas se concentraron en la plaza. En un momento estallÃ³ la violencia y murieron dos indÃgenas. Estos decidieron atacar a los ladinos. El resultado fue de 14 ladinos muertos. En los dÃas siguientes la represiÃ³n de los ladinos de Zaragoza y miembros del ejÃ©rcito en PatzicÃa y en los pueblos y montaÃ±as aledaÃ±as dejaron un saldo entre 400 y 900 indÃgenas muertos. El trasfondo del conflicto habÃa sido el control de las municipalidades, asÃ como el monopolio de la carne, del pan y de la venta de licor por parte de los ladinos. AdemÃ¡s se habÃa producido mayor empobrecimiento de los indÃgenas y muchos se habÃan transformado en peones al haber perdido sus tierras. PolÃticamente los ladinos favorecÃan a Juan JosÃ© ArÃ©valo mientras los indÃgenas seguÃan apoyando al derrocado Federico Ponce Vaides. Este Ãºltimo habÃa intervenido en mejoras educativas y en el arbitraje de muchos pleitos internos en el pueblo. AdemÃ¡s en el contexto de la agitaciÃ³n opositora contra el gobierno habÃa prometido entregar tierras. DespuÃ©s de la masacre los periÃ³dicos culpabilizaron a los indÃgenas y callaron la represiÃ³n desproporcionada de los ladinos.

RevoluciÃ³n 20 de octubre 1944

Juan JosÃ© ArÃ©valo

Federico Ponce Vaides

RevoluciÃ³n del 20 de octubre de 1944 El general Jorge Ubico tenÃa 14 en el poder y durante esos aÃ±os habÃa gobernado despÃ³ticamente al concentrar el poder en la presidencia y prohibir toda manifestaciÃ³n de protesta o de crÃtica a su gobierno. AdemÃ¡s de haber mantenido un fÃ©rreo control de los opositores, reforzÃ³ el sistema de trabajo forzado con la Ley de Vialidad y la Ley contra la Vagancia (1934) con la que obligÃ³ a miles de campesinos indÃgenas y ladinos al mantenimiento o la construcciÃ³n de caminos y puentes. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial el en el mundo se creÃ³ un ambiente favorable a la democracia como principal sistema de gobierno. En ese contexto fue renovÃ¡ndose la oposiciÃ³n. En mayo de 1944 los maestros protestaron por la obligaciÃ³n de participar en el desfile militar. Posteriormente se unirÃan a las protestas los estudiantes. El gobierno reprimiÃ³ las protestas y la poblaciÃ³n capitalina reaccionÃ³ con mÃ¡s manifestaciones, que fueron reprimidas. Esto motivÃ³ la solicitud de renuncia del presidente por parte de 311 empresarios y profesionales. Ubico renunciÃ³ en julio y fue nombrado presidente interino el general Federico Ponce Vaides. Este quiso presentarse como candidato a las elecciones que el mismo convocÃ³ y la campaÃ±a electoral fue cada vez mÃ¡s violenta. Un grupo de oficiales del ejÃ©rcito y de civiles se levantaron en armas el 20 de octubre y derrocaron a Ponce Vaides. De esta forma terminaba el predominio de los liberales iniciado en 1871.

Juan JosÃ© ArÃ©valo Maestro. EstudiÃ³ en Argentina el doctorado en filosofÃa y ciencias de la educaciÃ³n. Por ser crÃtico de Ubico tuvo que retornar a la Argentina exilado. En 1944 fue nombrado candidato a la Presidencia de la RepÃºblica de Guatemala por los partidos RenovaciÃ³n Nacional y Frente PopularLibertador. En las elecciones de 1944, obtuvo mÃ¡s del 86% de los votos. EscribiÃ³ varias obras sobre filosofÃa, viajes, educaciÃ³n, y autobiografÃas.

ModernizaciÃ³n y transformaciÃ³n urbana La producciÃ³n cafetalera fue dominante en la vida econÃ³mica, social y polÃtica del paÃs. Los principales grupos sociales se consolidaban alrededor de la actividad cafetalera y sus relaciones laborales y mercantiles. La economÃa agroexportadora estuvo acompaÃ±ada de una mayor importancia de la vida urbana. Las elites agroexportadoras, guatemaltecas y extranjeras y las fuerzas polÃticas hicieron de las principales ciudades su sede, reflejÃ¡ndose en un crecimiento territorial, en la transformaciÃ³n arquitectÃ³nica de esas ciudades y en la presencia de edificios estatales, municipales y parques. Al mayor consumo de productos importados se ligaron las ideas de aceptaciÃ³n de la superioridad de la cultura occidental y de la creaciÃ³n de un estilo de vida moderno y europeizante, que les permitiera alejarse del pasado colonial. Con ese crecimiento surgiÃ³ una diversidad de actividades artesanales, manufactureras, comerciales y de servicios. Estas se sostuvieron en la laboriosidad de una creciente poblaciÃ³n trabajadora en pequeÃ±as fÃ¡bricas o talleres manufactureros y artesanales, en servicios comerciales de todo tipo y en el crecimiento de la burocracia estatal. Las ciudades, pero sobre todo la capital guatemalteca, comenzÃ³ a crecer con la inmigraciÃ³n de pobladores de los departamentos y la integraciÃ³n al circuito urbano de los pueblos mÃ¡s cercanos (Mixco, Petapa, Chinautla, Villa Canales, Villanueva), de mucha gente de origen ladino pero tambiÃ©n indÃgena. Mientras tanto, la idea de trabajador o de profesional urbano comenzÃ³ a tener un valor dominante entre los pobladores frente al mundo rural y en especial el indÃgena. Esta vida urbana modernizante, pero prejuiciosa, presionaba a los indÃgenas a ocultar sus identidades o a avergonzarse de ellas.

EconomÃa agroexportadora

Cultura occidental

Modelo agroexportador El perÃodo de 1860 a 1930 se caracterizÃ³ por un auge de la producciÃ³n cafetalera. Este producto fue base para una mayor vinculaciÃ³n del Guatemala con la economÃa mundial y se convirtiÃ³ junto con el banano en los principales productos de exportaciÃ³n. Este Ãºltimo en manos de grandes empresas norteamericanas, mientras el cafÃ© se apoyÃ³ en productores extranjeros y nacionales. Entre los extranjeros, los alemanes en la costa sur y en la regiÃ³n de Alta Verapaz llegaron a convertirse en los mayores productores. Su producciÃ³n fortaleciÃ³ la propiedad de las llamadas fincas de grandes proporciones y acelerÃ³ el despojo delas tierras comunales indÃgenas. TambiÃ©n generalizÃ³ el uso de una mano de obra forzada y mal remunerada, especialmente indÃgena. Al mismo tiempo fomentÃ³ la expansiÃ³n de las carreteras y el desarrollo de los transportes. La crisis de 1929 seÃ±alÃ³ los lÃmites del modelo agroexportador monocultivista, debido a la dependencia de la producciÃ³n de los precios mundiales y a una producciÃ³n poco modernizada. Esta crisis afectÃ³ la importaciÃ³n de productos que se compraban sobre todo con los ingresos cafetaleros. AdemÃ¡s obligÃ³ severamente al gobierno a disminuir costos.

Modernidad Proceso cultural y social que surge desde la IlustraciÃ³n. Se basa en la convicciÃ³n de que son los individuos los que establecen sus metas desarrollando su voluntad de una forma racional y sobre bases lÃ³gicas. TambiÃ©n en la idea de que las cosas cambian constantemente. Este tipo de pensamiento se desarrollÃ³ como respuesta al pensamiento anterior de bases religiosas y de sumisiÃ³n a la monarquÃa. Se apoya en crear instituciones polÃticas que distribuyan el poder, en una economÃa donde la producciÃ³n se obtiene bajo una actividad racional para alcanzar la mayor productividad posible.

Cultura occidental Se refiere a la cultura de origen europeo en contraste con la cultura Oriental (Asia). Considera a Grecia y Roma como las cunas de Occidente, que heredÃ³ las principales normas, valores, costumbres y creencias, asÃ como los sistemas polÃticos y las tecnologÃasprovenientes de Europa occidental o de AmÃ©rica del Norte mÃ¡s recientemente. En AmÃ©rica Latina se acepta ser parte de la herencia de esa cultura junto con las culturas originarias.

Entre los levantamientos que las comunidades indÃgenas realizaron para defenderse, sobresale el del 17 de julio de 1898 cuando una muchedumbre quemÃ³ la municipalidad de San Juan Ixcoy donde dormÃan varios contratistas de mano de obra (habilitadores) ladinos y extranjeros. Posteriormente la muchedumbre matÃ³ a la mayorÃa de ladinos del pueblo. La represiÃ³n vino poco despuÃ©s y milicianos ladinos de Soloma y Chiantla eliminaron a muchos pobladores de ese pueblo y enviaron a juicio a sesenta indÃgenas. Este levantamiento conmocionÃ³ la regiÃ³n. El reclamo contra los habilitadores enseÃ±aba los grandes problemas del trabajo forzado, pero tambiÃ©n la defensa desesperada del pueblo contra los abusos de obtenciÃ³n de tierras por parte de los ladinos. Unos aÃ±os antes, los milicianos de Chiantla habÃan reclamado tierras baldÃas cercanas a San Juan. Los indÃgenas de este pueblo tambiÃ©n solicitaron tierras, entre ellas las que pretendÃan los milicianos. Para pagar los costos del pleito judicial los indÃgenas aceptaron trabajar para un habilitador y como fianza dieron sus tÃtulos antiguos como propietarios de esas tierras. Los milicianos de Soloma amenazaron a los lÃderes de San Juan y al ingeniero que estaba trabajando en el caso. El gobernador no quiso proteger a los amenazados. La represiÃ³n habÃa debilitado la defensa de los indÃgenas, quienes no querÃan reclamar para no ser reprimidos nuevamente. En los aÃ±os que siguieron San Juan Ixcoy perdiÃ³ muchas tierras a manos de los ladinos de Nebaj y Chiantla y Soloma. Estos Ãºltimos vendieron las tierras a cafetaleros y se convirtieron en fincas de mozos en esa regiÃ³n. Los pobladores de San Juan habÃan pasado de ser propietarios de tierras comunales a trabajadores dependientes de grandes fincas cafetaleras. Sin embargo, la defensa por la tierra comunal continuÃ³ en las dÃ©cadas siguientes.

Milicianos Fuerza armada civil que tomaba las armas en una coyuntura de emergencia o de necesidad militar para mantener el orden y seguridad en el interior del reino y de la repÃºblica en el perÃodo post-independiente.

Las ideas socialistas y comunistas tuvieron impacto despuÃ©s de la RevoluciÃ³n Rusa y por la influencia de sindicalistas y polÃticos mexicanos en Centro AmÃ©rica. La UniÃ³n Obrera Socialista (UOS) entrÃ³ en comunicaciÃ³n con el Partido Comunista Mexicano (PCM) para denunciar la situaciÃ³n del sindicalismo guatemalteco. Hacia 1922 y con el apoyo de la Internacional Comunista y de los comunistas mexicanos, miembros de la UOS deciden formar un partido, fundÃ¡ndose al aÃ±o siguiente con zapateros, carpinteros, panaderos, ebanistas, barberos, albaÃ±iles, ferrocarrileros y algunas mutuales. Esa influencia mexicana tambiÃ©n ayuda a formar el Partido Comunista de Centro AmÃ©rica (PCCA). La principal movilizaciÃ³n que dirigieron los miembros del partido fue en 1925 con la huelga de panderos. En ese aÃ±o los comunistas impulsaron la FederaciÃ³n Regional Obrera de Guatemala (FROG). Unos aÃ±os despuÃ©s la corriente anarquista se separa de la FROG y forma el ComitÃ© por AcciÃ³n Sindical (CAS). Buena parte de la lucha polÃtica de los comunistas se orientaba a denunciar el entreguismo del gobierno guatemalteco hacia los intereses norteamericanos, mientras los anarquistas se concentraban en la lucha sindical. Las manifestaciones y huelgas se convirtieron en mÃ¡s comunes.

En 1929, el gobierno del general LÃ¡zaro ChacÃ³n busca frenarlas prohibiendo la agitaciÃ³n comunista tras la huelga de los muelleros de Puerto Barrios. El siguiente gobierno, con Jorge Ubico a la cabeza, intensificÃ³ la persecuciÃ³n de sus miembros. Una insurrecciÃ³n campesina en El Salvador en 1932, la cual estaba muy cercana a los comunistas salvadoreÃ±os dio el pretexto a Ubico para destruir al Partido Comunista Guatemalteco (PCG).

LÃ¡zaro ChacÃ³n

Socialismo Sistema econÃ³mico, polÃtico y social donde los medios de producciÃ³n estÃ¡n socializados. Se le asocia al intervencionismo estatal y se apoya en un modelo gradual de reformas. EstÃ¡ estrechamente ligado al desarrollo de las ideas delbien comÃºn y de la igualdad social.Su desarrollo puede basarse en enfatizar la propiedad comunitaria, la participaciÃ³n social colectiva o el control administrativo estatal. AdemÃ¡s puede expresarse enun sistema democrÃ¡tico o dictatorial.Por un lado puedenexistir gobiernos socialistas en paÃses donde predomina el capitalismo y su propuesta tenderÃ¡ a atenuar las desigualdades del capitalismo con una polÃtica que da importancia a la regulaciÃ³n econÃ³mica del Estado e impulsa proyectos sociales.

Comunismo Movimiento polÃtico basado en el establecimiento de una sociedad sin clases sociales. Para lograr eso se propone la propiedad social de los medios de producciÃ³n y la aboliciÃ³n de la propiedad privada. Plantea como primer paso establecer una fase, la socialista en la que la clase obrera toma el poder y asume las funciones del Estado. Se panta la propiedad colectiva como base para la igualdad. A mediados del siglo XIX surge como una propuesta ligada al proceso de unificaciÃ³n en el plano internacional de las asociaciones de trabajadores, primero, y luego en la formaciÃ³n de los partidos socialistas y comunistas. El marxismo, doctrina polÃtica econÃ³mica de Karl Marx fue el modelo ideolÃ³gico dominante para alcanzar la sociedad comunista. La RevoluciÃ³n Rusa fue el primer proyecto socialista y la polÃtica internacional del comunismo se ligÃ³ a los intereses de la URSS. Tras la Segunda Guerra Mundial, los comunistas dominaron parte de Europa.

Sindicalismo Planteamiento social que propugna la asociaciÃ³n sindical para la defensa de los intereses econÃ³micos y laborales de un grupo de trabajadores asalariados. Inicialmente se formaron como grupos de ayuda mutua pero con el crecimiento de los trabajadores industriales pasaron a convertirse en organismos de defensa de sus intereses frente a la patronal. En Guatemala surgen en las primeras dÃ©cadas del siglo XX.

Anarquismo Corriente polÃtica que considera que necesario abolir al Estado y desaparecer la autoridad y las jerarquÃas sociales para crear una sociedad sin propietarios ni autoridades. La acciÃ³n polÃtica de esta corriente fue relevantedurante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Muchos anarquistas buscaron aplicar su teorÃa al sindicalismo y a la vida agrÃcola comunitaria. Su propuesta era luchar por mejores condiciones y preparar a los trabajadores para la huelga general revolucionaria que acabarÃa con el capitalismo

Jorge Ubico CastaÃ±eda Militar. Nombrado comisionado militar en Tactic, Alta Verapaz. A partir de ahÃ ascendiÃ³ todos los rangos militares, hasta llegar a convertirse en General de Brigada con 28 aÃ±os de edad. Jefe de Estado Mayor, contribuyÃ³ a derrocar al presidente Carlos Herrera, en 1921 y fue ministro de la Guerra de 1921 a 1923. AlcanzÃ³ el grado de General de DivisiÃ³n en 1922. ParticipÃ³ en la junta militar que instalÃ³ al General JosÃ© MarÃa Orellana en la presidencia del paÃs. En 1926 fundÃ³ el Partido Libertador Progresista. Electo presidente en 1931 y reelecto en 1936 hasta que fue derrocado en 1944. GobernÃ³ 14 aÃ±os.

La producciÃ³n bananera En 1901 el gobierno de Manuel Estrada Cabrera firmÃ³ contrato con la United Fruit Company (UFCO) cediÃ©ndole el derecho de la compra de banano de los productores locales. MÃ¡s tarde, las tierras que habÃan sido concedidas a los constructores ferrocarrileros fueron compradas por esa compaÃ±Ãa que las dedicÃ³ a cultivar banano. Posteriormente a esa compaÃ±Ãa se le concedieron en arrendamiento nuevas tierras y se les solicitÃ³ el pago de un centavo por cada racimo exportado. Contratos posteriores aumentaron un poco la renta y el impuesto de exportaciÃ³n. Hacia 1930 la UFCO obtuvo tierras en la Costa Sur. DespuÃ©s del cafÃ©, el banano llegarÃa a ser el segundo producto exportable mÃ¡s importante del paÃs. Al mismo tiempo, la UFCO desarrollÃ³ una compaÃ±Ãa naviera que le permitiÃ³ monopolizar el transporte de mercancÃas al exterior, a su vez era la principal accionista de la IRCA y controlaba el servicio de telÃ©grafos inalÃ¡mbricos. Al igual que los ferrocarriles, la compaÃ±Ãa importÃ³ trabajadores extranjeros, sobre todo de las islas caribeÃ±as. TambiÃ©n vinieron trabajadores de Asia, Estados Unidos y Europa, algunos tÃ©cnicos o profesionales y la mayorÃa como trabajadores especializados.

Manuel Estrada Cabrera

Manuel JosÃ© Estrada Cabrera Licenciado. Ministro de GobernaciÃ³n. Asume la presidencia interina tras el asesinato del presidente JosÃ© MarÃa Reyna Barrios. Gobierna 22 aÃ±os de 1898 a 1920, cuando fue derrocado por una insurrecciÃ³n popular. La novela de Miguel Ãngel Asturiasâ€œEl seÃ±or presidenteâ€ se inspira en el terror provocado por su gobierno.

El aumento del comercio mundial vino unido a grandes transformaciones en la industria y el transporte. El ferrocarril se convirtiÃ³ en el gran sÃmbolo del progreso. En los aÃ±os anteriores la exportaciÃ³n del cafÃ© se habÃa visto incrementada con su transporte de ocÃ©ano a ocÃ©ano en Nicaragua y luego PanamÃ¡. En 1869 Estados Unidos uniÃ³ sus dos costas por medio del ferrocarril. El gobierno del general Justo Rufino Barrios y sus sucesores promovieron concesiones para construir tramos ferrocarrileros. Al mismo tiempo concedieron grandes extensiones de tierra a las compaÃ±Ãas constructoras. Algunas de esas tierras servirÃan para la posterior producciÃ³n bananera. En 1877 se firmÃ³ el un contrato ferrocarrilero que unirÃa el puerto San JosÃ© con Escuintla. Unos aÃ±os mÃ¡s tarde se construyÃ³ el tramo Guatemala-Escuintla, inaugurÃ¡ndose en 1884. Pocos aÃ±os despuÃ©s serÃa el tramo de Retalhuleu-Champerico. A finales del siglo XIX, los contratos para construir el ferrocarril al AtlÃ¡ntico estuvieron acompaÃ±ados de concesiones de grandes extensiones de tierras en el Valle del Motagua. Estas tierras se destinarÃan a la producciÃ³n bananera a principios del siglo XX. La compaÃ±Ãa norteamericana International Railways of Central America (IRCA) construyÃ³ el tramo Guatemala-Puerto Barrios y terminÃ³ por controlar la vÃa fÃ©rrea de todo el paÃs y ademÃ¡s Puerto Barrios. Junto con la construcciÃ³n de ferrocarriles arribÃ³ al paÃs mano de obra extranjera, con nacionalidades muy diversas. Muchos vinieron desde PanamÃ¡ tras finalizar la construcciÃ³n del canal y otros desde Estados Unidos y las islas caribeÃ±as, algunos mÃ¡s desde Europa y Asia. En 1920, la UniÃ³n ferrocarrilera pidiÃ³ su reconocimiento como sindicato, pero le fue negado por el gobierno.

Surgimiento del movimiento obrero En 1913 se produjeron las primeras huelgas de trabajadores de la IRCA y de la empresa elÃ©ctrica. Pronto comenzarÃan las demandas de uniÃ³n para defender sus intereses y en 1918 se fundÃ³ la FederaciÃ³n Obrera Guatemalteca para la ProtecciÃ³n Legal del Trabajo. En su seno surgieron crÃticas a la dictadura de Manuel Estrada Cabrera y en 1920 formaron parte activa de su derrocamiento armado a travÃ©s de la Liga Obrera Unionista. Pronto los obreros se alejaron del unionismo y se concentraron en su defensa gremial, organizÃ¡ndose en la FederaciÃ³n Obrera de Guatemala. Los obreros guatemaltecos se acercaron a organizaciones similares centroamericanas, de donde surgirÃ¡ la UnificaciÃ³n Obrera Socialista, que promovÃa el sindicalismo como principal forma de organizaciÃ³n obrera. En 1920 se desarrollan las primeras huelgas de trabajadores ferrocarrileros, cerveceros, panaderos, barberos y telÃ©grafos. En los aÃ±os siguientes creciÃ³ la organizaciÃ³n obrera y sus demandas. En 1925 se produjo la primera huelga de trabajadoras en un beneficio de cafÃ©. TambiÃ©n por esos aÃ±os, el movimiento obrero se dividirÃa segÃºn posiciones polÃticas: comunistas, anarquistas o mutualistas. La crisis de 1929 planteÃ³ a los obreros a desarrollar nuevas formas de lucha, pero con la llegada de Jorge Ubico al poder se incrementÃ³ la represiÃ³n y se desmantelÃ³ a las organizaciones obreras.

Manuel Estrada Cabrera

Manuel JosÃ© Estrada Cabrera Licenciado. Ministro de GobernaciÃ³n. Asume la presidencia interina tras el asesinato del presidente JosÃ© MarÃa Reyna Barrios. Gobierna 22 aÃ±os de 1898 a 1920, cuando fue derrocado por una insurrecciÃ³n popular. La novela de Miguel Ãngel Asturiasâ€œEl seÃ±or presidenteâ€ se inspira en el terror provocado por su gobierno.

Jorge Ubico CastaÃ±eda Militar. Nombrado comisionado militar en Tactic, Alta Verapaz. A partir de ahÃ ascendiÃ³ todos los rangos militares, hasta llegar a convertirse en General de Brigada con 28 aÃ±os de edad. Jefe de Estado Mayor, contribuyÃ³ a derrocar al presidente Carlos Herrera, en 1921 y fue ministro de la Guerra de 1921 a 1923. AlcanzÃ³ el grado de General de DivisiÃ³n en 1922. ParticipÃ³ en la junta militar que instalÃ³ al General JosÃ© MarÃa Orellana en la presidencia del paÃs. En 1926 fundÃ³ el Partido Libertador Progresista. Electo presidente en 1931 y reelecto en 1936 hasta que fue derrocado en 1944. GobernÃ³ 14 aÃ±os.

Sindicalismo Planteamiento social que propugna la asociaciÃ³n sindical para la defensa de los intereses econÃ³micos y laborales de un grupo de trabajadores asalariados. Inicialmente se formaron como grupos de ayuda mutua pero con el crecimiento de los trabajadores industriales pasaron a convertirse en organismos de defensa de sus intereses frente a la patronal. En Guatemala surgen en las primeras dÃ©cadas del siglo XX.

Luchas por la tierra y la comunidad en los pueblos indÃgenas La Reforma Liberal significÃ³ despojo, empobrecimiento, violencia, pÃ©rdida de autonomÃa y exclusiÃ³n polÃtica para la mayorÃa de los indÃgenas. La experiencia colonial habÃa creado un sistema en que los indÃgenas tenÃan derecho a la posesiÃ³n comunal de tierras para enfrentar mejor las demandas de mano de obra y de productos, asÃ como la presiÃ³n tributaria de las autoridades espaÃ±olas. La estrategia de enfrentarse a los espaÃ±oles y mestizos que querÃan acceder a sus tierras se apoyÃ³ mucho en la defensa y a travÃ©s de comprar tierra y anexarla a las tierras comunales. La Independencia habÃa significado un â€œestira y aflojaâ€ por los recursos y las riquezas comunales. Los liberales en el poder llevaron esta presiÃ³n aÃºn mÃ¡s allÃ¡. En todo este perÃodo se sucedieron pocas rebeliones abiertas como en la Ã©poca colonial y conservadora. La militarizaciÃ³n de la vida rural ayudÃ³ a frenarla. Un largo proceso de bÃºsqueda de defensa legal por parte de las comunidades campesinas, indÃgenas y ladinas, se produjo en este perÃodo. La historia de los pueblos estÃ¡ llena de narraciones sobre viajes, delegaciones, documentos y peticiones frente a la arbitrariedad. TambiÃ©n de decisiones legales desfavorables. Buscaron acercarse a terratenientes, polÃticos e intermediarios legales que les ayudara en el proceso de las negociaciones. La pÃ©rdida de tierra y la fragmentaciÃ³n de la propiedad comunal mÃ¡s la pÃ©rdida de importancia de sus propias autoridades frentes a los gobiernos se convirtieron en realidad, pero la lucha comunal junto con una resistencia cultural y laboral cotidiana siguieron siendo sus principales armas.

Reforma Liberal

Tierras comunales

Desde la Independencia y con mayor impulso desde la Reforma Liberal se buscÃ³ liberar tierras y fuerza de trabajo para la economÃa de agroexportaciÃ³n. Tres fueron los principales objetivos: a) afectar las tierras de la Iglesia CatÃ³lica, las que fueron expropiadas en 1873, b) privatizar las tierras comunales de las poblaciones indÃgenas. Sobre todo de aquellas que se encontraban en alturas medianas y potenciales para la producciÃ³n cafetalera, asÃ como las cercanas a comunidades alejadas para convertirlas en fincas de mozos, y c) acelerar la apropiaciÃ³n privada de las tierras baldÃas del Estado, muchas veces no reconocidas como pertenecientes a las comunidades indÃgenas. El principal argumento era que, tanto las tierras y el capital de la iglesia (llamado â€œbienes de manos muertasâ€) como las tierras comunales y las cajas de la comunidad debÃan utilizarse para aumentar la economÃa de agroexportaciÃ³n o para crear una economÃa comercial subsidiaria a la exportadora. A esta concepciÃ³n se le aÃ±adieron los prejuicios de anti-moderna a la Iglesia y de retrasar la civilizaciÃ³n a los indÃgenas. La posesiÃ³n de tierra, asÃ como la participaciÃ³n municipal y militar se convirtieron en sÃmbolos del ascenso social para los ladinos. El crecimiento de las grandes fincas se acelerÃ³ con la llegada de los liberales al poder. Muchas tierras fueron repartidas por el gobierno a allegados, extranjeros, ladinos y milicianos. A principios del siglo XX una crisis mundial del cafÃ© hizo perder tierras a sus dueÃ±os. Muchas de ellas fueron compradas por las casas comerciales alemanas, principales financiadores de la producciÃ³n del cafÃ©, asÃ como por muchos alemanes individuales. Estos llegaron a ser el grupo extranjero con mayor concentraciÃ³n de tierras y control de la producciÃ³n como comercializaciÃ³n del cafÃ© hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando fueron expropiadas por el gobierno guatemalteco. En 1952, el censo seÃ±alaba que el 72% de la tierra en propiedad estaba en manos de sÃ³lo el 2% de los propietarios. El resto, el 98% poseÃa el 28% de la tierra.

AroexportaciÃ³n

Tierras comunales

Tierras baldÃas

Reforma Liberal

Modelo agroexportador El perÃodo de 1860 a 1930 se caracterizÃ³ por un auge de la producciÃ³n cafetalera. Este producto fue base para una mayor vinculaciÃ³n del Guatemala con la economÃa mundial y se convirtiÃ³ junto con el banano en los principales productos de exportaciÃ³n. Este Ãºltimo en manos de grandes empresas norteamericanas, mientras el cafÃ© se apoyÃ³ en productores extranjeros y nacionales. Entre los extranjeros, los alemanes en la costa sur y en la regiÃ³n de Alta Verapaz llegaron a convertirse en los mayores productores. Su producciÃ³n fortaleciÃ³ la propiedad de las llamadas fincas de grandes proporciones y acelerÃ³ el despojo delas tierras comunales indÃgenas. TambiÃ©n generalizÃ³ el uso de una mano de obra forzada y mal remunerada, especialmente indÃgena. Al mismo tiempo fomentÃ³ la expansiÃ³n de las carreteras y el desarrollo de los transportes. La crisis de 1929 seÃ±alÃ³ los lÃmites del modelo agroexportador monocultivista, debido a la dependencia de la producciÃ³n de los precios mundiales y a una producciÃ³n poco modernizada. Esta crisis afectÃ³ la importaciÃ³n de productos que se compraban sobre todo con los ingresos cafetaleros. AdemÃ¡s obligÃ³ severamente al gobierno a disminuir costos.

Segunda Guerra Mundial Conflicto armado de proporciones mundiales donde se enfrentaron dos bloques: a) El eje: compuesto por Alemania, Italia y JapÃ³n. Sus gobiernos se apoyaban en la ideologÃa autoritaria como el fascismo y el nazismo. b) Aliados: encabezados por Inglaterra, Estados Unidos y la UniÃ³n SoviÃ©tica. Sus gobiernos impulsaban la idea de la democracia. En total participaron mÃ¡s de setenta paÃses. Los combates fueron aÃ©reos, navales y terrestres. En la guerra murieron unos 60 millones de personas, o sea el 2% de la poblaciÃ³n mundial de la Ã©poca, en su mayorÃa civiles. La guerra durÃ³ desde 1939 y finalizÃ³ en 1945 con las capitulaciones de Alemania y JapÃ³n.

A mediados del siglo XVIII comienza un proceso de transformaciÃ³n social y econÃ³mica ligado al desarrollo industrial en Inglaterra. La elaboraciÃ³n de productos -especialmente textiles- a travÃ©s de mÃ¡quinas permitiÃ³ una fabricaciÃ³n masiva. La mÃ¡quina impulsada por vapor acelerÃ³ la producciÃ³n en menos tiempo. Esto se uniÃ³ al aumento demogrÃ¡fico debido a mejores condiciones de salud. Junto a la maquina vino aparejada la transformaciÃ³n de los propietarios agrÃcolas y de los trabajadores sin tierra en trabajadores industriales. El empobrecimiento y la pÃ©rdida de tierras los expulsÃ³ del campo y los orillÃ³ a migrar a las ciudades donde se concentraban las fÃ¡bricas. A esa nueva poblaciÃ³n transformada en obreros se le llamÃ³ proletariado. Este proceso se ha conocido como RevoluciÃ³n Industrial. Esta se extendiÃ³ a otros paÃses europeos y a NorteamÃ©rica. Hacia mediados del XIX la industria se habÃa consolidado. MÃ¡s tarde con el uso de la electricidad y de los motores de combustiÃ³n potenciÃ³ la producciÃ³n y el crecimiento econÃ³mico. Junto con la introducciÃ³n de las mercancÃas industriales se produjo otra revoluciÃ³n en los medios de transporte, tanto marÃtimos como terrestres. El resultado fue un constante incremento de las mercancÃas industriales y su consiguiente expansiÃ³n comercial en un nivel mundial. Junto con el comercio hubo un nuevo colonialismo de muchos territorios y poblaciones en el mundo, a los cuales se pretendiÃ³ incorporar a la lÃ³gica de la producciÃ³n mercantil.

El predominio econÃ³mico europeo fortaleciÃ³ la tendencia colonialista iniciada en el siglo XVI por EspaÃ±a y Portugal. En el XVIII se expandiÃ³ el colonialismo por imposiciÃ³n militar y comercial. Esto significÃ³ el interÃ©s por controlar la tierra, la riqueza y los recursos de un territorio para subordinarlas a la orientaciÃ³n comercial. La colonia significaba el control territorial y su administraciÃ³n, por medio de instituciones que dependÃan de los imperios. En ocasiones respondÃan a intereses de grandes empresas comerciales, apoyados en una fuerza militar. El colonialismo pretendÃa la transformaciÃ³n cultural de los pueblos imponiendo idiomas, cultura y pensamientos, asÃ como destruyendo a las sociedades originarias y modificando las estructuras econÃ³micas en su provecho. Hacia finales del siglo XIX los paÃses europeos colonialistas de Inglaterra, Holanda, Francia, BÃ©lgica, Alemania, Dinamarca, TurquÃa (Imperio Otomano), Rusia y por Ãºltimo Estados Unidos buscaron controlar la mayor parte del mundo e imponer su dominio polÃtico y econÃ³mico sobre los territorios que colonizaban. Tal proceso se acompaÃ±Ã³ de muchas guerras y conflictos entre ellos por la posesiÃ³n y control de esos territorios. Particular fue la disputa del territorio africano.

A consecuencia de las disputas colonialistas y del control de recursos econÃ³micos estratÃ©gicos acordes con la expansiÃ³n industrial y energÃ©tica, estallÃ³ en 1914 la Primera Guerra Mundial (1914-1919). Esta se dio en torno a los intereses del bloque compuesto por Alemania, Austria-HungrÃa, Bulgaria y el Imperio Otomano frente a otro bloque dirigido por Inglaterra, Francia, Rusia, Italia, JapÃ³n y Estados Unidos. El teatro de la guerra se desarrollÃ³ en territorios de Europa central y del Este. Se enfrentaron unos 70 millones de soldados y se usaron armas modernas y destructivas. El saldo fue de 30 millones de muertos. El bloque liderado por Alemania perdiÃ³ la guerra y producto de ello se produjo la caÃda de los Imperios ruso, otomano, alemÃ¡n y austro-hÃºngaro. DespuÃ©s hubo un perÃodo de 20 aÃ±os de paz. En ese lapso surgieron gobiernos autoritarios -socialistas o fascistas-. En Rusia, los comunistas tomaron el poder y tras una larga guerra interna lograron imponer cambios, que convertÃan al Estado en el centro primordial bajo la direcciÃ³n del partido comunista. El gobierno socialista impulsÃ³ una economÃa colectivista. Mientras que, en Alemania, Italia y otros paÃses europeos surgieron partidos que se apoyaban en ideas nacionalistas y propugnaban una economÃa capitalista corporativa dirigida por el Estado. Hacia 1939 Europa enfrentaba la expansiÃ³n de paÃses fascistas. En Alemania, el Partido Nacional Socialista (Nazi) impulsÃ³ una polÃtica de control de Europa, expansiÃ³n del fascismo y promulgaciÃ³n de una polÃtica de exterminio de sus enemigos, especialmente de los judÃos, comunistas y otros sectores considerados indeseables. La invasiÃ³n alemana a Polonia en 1939 desatÃ³ la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Esta enfrentÃ³ a mÃ¡s de 100 millones de soldados. Esta vez Alemania se aliaba con Italia, JapÃ³n y otros paÃses de Europa del Este y se enfrentÃ³ a la alianza entre Francia, Inglaterra, UniÃ³n de RepÃºblicas Socialistas SoviÃ©ticas (Rusia) y Estados Unidos. El teatro de la guerra abarcÃ³ Europa, Ãfrica y Asia. Esta guerra fue mÃ¡s cruenta que la anterior con 60 millones de muertos. Nuevamente, perdiÃ³ el bloque liderado por Alemania. Aunque la consigna ganadora era luchar por la democracia, el fin de la guerra dejÃ³ abierto un nuevo conflicto entre paÃses socialistas y capitalistas.

Sala 1

Sala 3

El liberalismo en AmÃ©rica Latina presentÃ³ dos facetas. Una polÃtica que se basaba en la construcciÃ³n de una RepÃºblica que permitiera defender las libertades individuales y limitar la intervenciÃ³n del Estado. Mientras la econÃ³mica se dirigÃa a impulsar la producciÃ³n con sentido comercial, con productos como el cafÃ©, la carne y el azÃºcar, asÃ como la extracciÃ³n de minerales, por los cuales se modificaron las sociedades latinoamericanas. En la regiÃ³n se relacionÃ³ con el impulso de la agro-exportaciÃ³n destinada a los paÃses europeos y NorteamÃ©rica. Pero esta economÃa agroexportadora no controlÃ³ ni la comercializaciÃ³n ni los precios externos de sus productos y se sostuvo en una fuerte dependencia hacia las acciones del mercado externo. Esto supuso siete grandes objetivos para los Estados liberales: acaparar las tierras comunales o baldÃas para volverlas privadas, formar latifundios productivos, abrir la inversiÃ³n a capitales extranjeros, garantizar la presencia de mano de obra, fomentar la inmigraciÃ³n extranjera, especialmente europea, destruir las culturas indÃgenas para promover la cultura occidental e impulsar una naciÃ³n homogÃ©nea. Este modelo de producciÃ³n fortaleciÃ³ a un grupo, sobre todo terrateniente, que influyÃ³ en la construcciÃ³n de un Estado oligÃ¡rquico. El Estado liberal sostuvo este proceso expandiendo una infraestructura que permitiera exportar los productos. Esto significÃ³ un aumento de caminos, construcciÃ³n de ferrocarriles y puertos. En ocasiones los propios Estados participaron pero sobre todo se apoyaron en la inversiÃ³n extranjera, la cual terminÃ³ monopolizando estos recursos estratÃ©gicos.

El sentido oligÃ¡rquico agrario promoviÃ³ un estilo de gobierno represivo muy extendido. Ya sea para garantizar la presencia de mano de obra en los latifundios, ya sea para formar un sentido nacional donde las culturas indÃgenas eran vistas como atrasadas. La figura polÃtica del gobernante latinoamericano fue la del dictador, o sea aquella persona que se impone vÃa sus propios dictados, subordinando el Estado a sus decisiones. En estos gobiernos se negaban los principales derechos polÃticos, sociales, culturales y econÃ³micos de la poblaciÃ³n. Los dictadores eran sobre todo representantes de los grupos terratenientes o militares. Algunos mantuvieron la formalidad republicana y se reeligieron apoyados en un tradicional clientelismo, estimulado por caudillos militares, notables polÃticos o por terratenientes, quienes influÃan sobre grupos de poblaciÃ³n para favorecer los designios polÃticos dominantes. Lo dictadores fomentaron el culto a su persona. Los cambios econÃ³micos y sociales ocurridos a finales del siglo XIX y de la primera mitad del XX reforzaron la necesidad de sostener las dictaduras. Particular fue la coyuntura econÃ³mica que se creÃ³ despuÃ©s de la crisis mundial de 1929/30, la cual restringiÃ³ el papel de impulso econÃ³mico hasta ese entonces liderado desde el Estado, de modo que la producciÃ³n agroexportadora siguiera condiciones de producir sobre salarios bajos y el trabajo forzado. Con la propuesta de democracia posterior a la Segunda Guerra Mundial, algunas dictaduras cayeron pero en varios paÃses siguieron existiendo hasta los aÃ±os 60, en la que se producirÃ¡ otro tipo de dictadura, esta vez militar, ligada a la propuesta de la Seguridad Nacional y la lucha contra la insurgencia revolucionaria.

La producciÃ³n agroexportadora permitiÃ³ la formaciÃ³n de un constante excedente de capital. Parte de este excedente fue invertido en el desarrollo de industrias en las Ã¡reas urbanas. En una parte de los paÃses latinoamericanos ese impulso fue importante desde finales del siglo XIX, mientras que en la mayorÃa de paÃses pequeÃ±os se desarrollÃ³ tardÃamente o su alcance fue mÃ¡s limitado. A partir del siglo XX los precios de los productos agrÃcolas tendieron a la baja, por su poca capacidad de adaptaciÃ³n a los cambios econÃ³micos mundiales y por el incremento de la tecnologÃa en la producciÃ³n agrÃcola. La industria latinoamericana se concentrÃ³ en la producciÃ³n en bienes primarios de carÃ¡cter alimenticio y en varios paÃses se fomentÃ³ una producciÃ³n de bienes intermedios, como electrodomÃ©sticos. El mayor impulso industrial regional se dio entre las dÃ©cadas de 1940 y 1950. El desarrollo industrial fomentÃ³ la demanda de bienes industriales y de consumo poblacional. Como sucediÃ³ en Europa parte de la poblaciÃ³n expulsada del campo migrÃ³ a las ciudades y un sector de ellas se insertÃ³ como trabajadores ligados a la industria, haciendo crecer a una clase obrera, que provenÃa del artesanado. Muchos de estos se agruparon en instituciones de ayuda mutua y posteriormente en sindicatos, jugando un papel polÃtico cada vez mÃ¡s importante pero muy perseguido por la dictaduras. Sin embargo, la mayor parte de esa poblaciÃ³n migrante no fue absorbida por la industria y formÃ³ diversos sectores de marginados o de trabajadores de cuenta propia, caracterÃsticos de las ciudades latinoamericanas.