UN ESPACIO DINÁMICO E INTERACTIVO SOBRE LA HISTORIA DE GUATEMALA QUE PROYECTA LAS MÚLTIPLES VOCES DE QUIENES LA HAN CONSTRUIDO
El Poder de la Iglesia
La relación entre el reino español y el papado se rigió por el Real Patronato, en el cual los reyes se comprometían a difundir la religión católica, pero mantenían bajo su control la administración eclesiástica de los territorios dominados por ellos. Junto con las tropas de Pedro de Alvarado entraron los primeros frailes. En 1534 fue nombrado obispo Francisco Marroquín, quien se encargó de la institucionalización eclesiástica con la introducción de sacerdotes seglares -no normados por reglas, sujetos a la autoridad del obispo y sostenidos por el cobro de los diezmos-. Estos últimos se destinaban a atender las parroquias de españoles, mestizos y mulatos. Para evangelizar a la población indígena se repartieron territorios a las órdenes regulares de los dominicos, franciscanos y mercedarios. -órdenes conventuales regidas por sus propias leyes, con autonomía de la autoridad del obispo y sostenidas por el tributo-. Estos, aliados a señores indígenas, contribuyeron al proceso de concentración de los indígenas en pueblos. Entre las tres órdenes hubo disputas por controlar el mayor número de pueblos y por la interpretación, así como por las formas de evangelizar – idioma para evangelizar y traducción de los conceptos cristianos-. Del seno de los dominicos salieron los principales defensores de los indígenas frente a la expoliación de los encomenderos. Además, llevaron a cabo la evangelización en la región de Verapaz sin estar acompañadas de intrusiones militares.

Convento de Santo Domingo Cobán Alta Verapaz

Foto de Centro de Ciencias Humanas y Sociales

Santo Domingo Ciudad de Guatemala

Iglesia de San Francisco Ciudad de Guatemala

Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala, desde Santa Teresa hasta San Francisco. Foto Muybridge 1875

Fuente del convento de La Merced Antigua Guatemala.

Foto Sandy Ramírez

Catedral de Cobán y Plaza Central

Fotografía del Libro a Glimpse At Guatemala 1899

A finales del siglo XVI, seglares y regulares comenzaron a tener tierras y capital por donación. Estos llegaron a tener a su cargo haciendas de ganado e ingenios azucareros. Los capitales acumulados se utilizaban como medios de préstamo, de modo que en el siglo XVIII la iglesia era la mayor propietaria de tierras, bienes inmuebles y capitales. A mediados de ese siglo, la nueva dinastía real española buscó debilitar su poder y mermó el control de los sacerdotes sobre las cajas de la comunidad indígena. A finales de la colonia golpeó las bases económicas de la iglesia y civiles con la Consolidación de los vales (1804) para financiar la guerra contra Inglaterra, con ello controlaba el dinero líquido y bienes de inversión, descapitalizando ala Iglesia.
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